"Pero... ¡que lindo es el vino!, el que se bebe en la casadel que esta limpio por dentro y tiene brillando el alma
que nunca le tiembla el pulso, cuando pulsa una guitarra
Y no le faltan amigos, ni noches para gastarlas
que cuando tiene una culpa, siempre se nota en su cara
Que bebe el vino por vino, y bebe el agua...¡por agua!"
ALBERTO CORTEZ
"Un buen vinito tinto de la Rioja, España...o mejor uno espumoso Francés o que te parece uno Argentino?" me comentó mi amigo cuando ibamos camino a cenar la otra noche..." ¿que te parece mejor uno Mexicano? le conteste yo mientras miraba la cara de incredulidad que se le iba dibujando...me dedicó una sonrisa al ver que hablaba en serio y me dijo, "esta bien, casi no conozco vinos mexicanos pero es bueno saber que contamos con ellos". Asentí y horas más tarde estábamos deleitándonos con un delicioso petite sirah de las bodegas L.A Cetto.
Para ser sincera, no me sorprendió que mi amigo no tomara muy en cuenta los vinos hechos en nuestro país cuando hay una gran variedad de vinos provenientes de regiones internacionales que sin lugar a duda llaman muchísimo la atención a la hora de elegir un vino, sea cual sea.
Lo curioso fue, una vez que comencé mi investigación sobre este tema, que casualmente fue en nuestro país, México, en aquel entonces llamado la Nueva España, el primer lugar en el cual se cultivaron viñedos para la producción de vino en toda América, aunque ya había rastros de varias vitis silvestres a lo largo de ella.
Después, con el paso del tiempo y con la influencia de los
colonizadores, se importaron viñas de España y Francia y exportaron viñas de México hacia el sur del continente. Para el año 1554 empezaron a elaborarse los caldos a partir de las uvas cultivadas y fueron extendiéndose por territorios como Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí.
En 1593, Francisco de Urdiñola, fundó la bodega comercial más antigua del continente americano en la Hacienda Santa María de las Parras, Coahuila. Después en 1626 Lorenzo García inaugura sus bodegas San Lorenzo y ya para el año 1888 se fundan la bodega Santo Tomás a cargo de
Francisco Andonegui y Miguel Ormart en Ensenada, Baja California.
Un dato interesante es que para el año 1822 la familia Concannon llega al puerto de Veracruz trayendo consigo varios viñedos de Francia, y el General Porfirio Díaz ordena a un viticultor húngaro que vigile que haya al menos un viñedo en cada estado del país para producir vino tinto y blanco.
Sin embargo durante la guerra revolucionaria se pierden varios viñedos sobre todo al norte del país y en 1928 el italiano Angelo Cetto Carli funda Bodegas Cetto en Tijuana, Baja California. Su hijo, Luis Agustin, se asocia decadas más tarde con Antonio Ariza de Casa Domecq para impulsar a la vitivinicultura en lugares como Valle de Guadalupe , San Vicente y San Antonio de las Minas en donde Hugo D'Acosta funda Casa de Piedra en 1997
Es así como se van fundando muchas bodegas y cavas a lo largo de la república como lo son las Cavas Freixenet, La Redonda y Cruz Blanca en Exequiel Montes y Tequisquiapan, y en otros estados como Zacatecas, Aguascalientes, Hidalgo, Puebla, Durango y Chihuahua. Todos ellos producen una gran variedad de cepas, desde la chenin blanc en Queretaro hasta la pinot noir en Ensenada y cuyos vinos han tenido una fuerte competitividad en el mercado por su calidad.
Así que después de la cena y de esta breve investigación mi amigo y yo concluimos que México cuenta con una gran variedad de vinos de alta calidad que pueden competir fácilmente con un Español, Argentino o Francés pero sobre todo, hay que aprender a valorar, conocer y apreciar a esta bebida que sin lugar a duda...es un vino muy mexicano!
Te invitamos a que asistas a la cata de vinos mexicanos que GV organiza para todos ustedes y donde tendrán la oportunidad de conocer más sobre México y el Vino, te esperamos este próximo jueves 3 de Febrero en LA CASA DE JUAN, Plaza de la Constitución no. 5 ubicado en el centro histórico de Tlalpan. CUPO LIMITADO para mayores informes llama al 5536.7468
À VOTRE SANTÉ!
